Celos en la red,

Mucho se ha hablado de los amores en la red, del fascinante atractivo que ejerce sobre algunas personas los adulterios virtuales, los ligues de chat y foro, pero desde que he profundizado en el mundo de los Blogs, he descubierto otra pasión no menos subyugante,
los celos cibernéticos.
Si observamos cuidadosamente, nos daremos cuenta, que en función de su contenido, podríamos hablar de blogs masculinos, blogs femeninos y blogs asexuados, me explicaré.
En algunas bitácoras escritas por mujeres, son mayoría las féminas que las visitan, hablan de temas culinarios, de salud, de amores light o simplemente nos cuentan sus impresiones y sus estados de ánimo en función de la salud y el clima. En otras, los hombres hacen cola, son aquellas en que sus autoras, derrochan sensualidad,desparpajo, sex appeal, o simplemente belleza.
En la primeras, a poco que profundices, encuentras rastros sutiles de envidias, aderezadas con unas gotas de hipocresía y puñaladas traperas dadas con una sonrisa Profiden. En las segundas, los codazos, empujones, sacadas de pecho y algún que otro pavo real pretendiendo encandilar a la dama de turno, luego empiezan los piques, las puyas y por fin los cabreos y las salidas de tono.
Es curioso cómo podemos sentirnos celosos, porque una amiga bloguera, le hace mas caso a don zip-opte que a nosotros, porque esa niña con un avatar tan deslumbrante pasa por casa de ma-meluko y le ríe las gracias, mientras a nosotros no nos hace ni puto caso.
Por último están aquellas dirigidas por damas inteligentes y de belleza serena, en la que los machos de turno rivalizan en mostrar su “potencia” intelectual, a fin de conseguir los“favores” de tan preciada pieza.
Falta comentar en este abanico, esos blogs regentados por Maromos con espolones que
tienden sus redes esperando atrapar a alguna mosquita desvalida que llevarse a la boca,
para ello utilizan poemas ardientes, relatos caldeados y músicas de alto voltaje a la
espera de que alguna pieza caiga en sus garras, pero la mayoría de las noches, se
repliegan a sus negros agujeros sin haber conseguido comerse una rosca, pero eso daría
para escribir un post completo, y mejor lo dejaremos para mejor ocasión.

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