Si vas a quererla.

"La cosa es, que si vas a quererla, quiérela bien, no puedes decirle que cumples tu papel si haces esfuerzos a medias, porque con el tiempo le enseñas a marcharse... Tienes que quererla en sus diez minutos de mal humor. Si está triste, protégela en tus brazos, porque es el único lugar en el que quiere estar. Tienes que quererla cuando se sienta feliz y coqueta, aunque te frustre. Con el tiempo aprenderás que el sonido de su risa es lo único que te ayudará en tus días tristes. Quiérela bien, quiérela adecuadamente y te prometo que te entregará el mundo".