Disforia postcoital: hay gente a la que le entran ganas de llorar después del sexo y no es tan malo




Las relaciones sexuales suelen ser agradables, pero hay gente que necesita llorar después de tener sexo
Si alguna vez has sentido tristeza y angustia tras un orgasmo, no te sientas rara: es bastante común
Las relaciones sexuales suelen resultar agradables y placenteras para la mayoría de personas. Por lo general, disfrutamos del proceso y, una vez terminada la interacción, aparece la sensación de satisfacción y relajación.

Sin embargo, este proceso no resulta tan agradable para todo el mundo. Hay personas que cuando terminan el encuentro y tras el orgasmo, sienten tristeza, melancolía y angustia que a menudo expresan con el llanto. Cuando esto sucede como resultado de la mayoría de relaciones sexuales se le conoce como disforia postcoital, si no te ocurre siempre pero sí a veces, no es más que un fenómeno muy común del que no tienes por qué preocuparte.


Puntos clave para entender la disforia postcoital
• Es un bajón emocional caracterizado por sentimientos de tristeza, nostalgia, pesimismo, miedo, etc. que puede durar desde unos minutos y, si hay cierta predisposición genética a la depresión, incluso varias horas.

• No tiene una razón o motivo aparente. No tiene por qué haberte ocurrido nada durante el día o en el pasado para que esta reacción se dé. Tampoco tienen nada que ver con que el encuentro no te haya gustado o que tu pareja no te excite o que no la quieras.

• Es un estado transitorio. Luego todo vuelve a la normalidad.

• Puede pasar incluso cuando las relaciones sexuales han sido satisfactorias.

• Puede ocurrir tanto tras los encuentros sexuales en pareja como tras la masturbación en solitario.

• Cualquier persona puede experimentar este fenómeno de manera más o menos intensa y no siempre.

• Si su aparición es algo puntual y esporádico, no es un estado patológico. Es un proceso normal que, según qué personas, se percibe de esta manera tan característica.

¿Por qué sentimos que necesitamos llorar después de un orgasmo?
Aunque no se conoce exactamente a qué se debe y hay varias teorías al respecto, todo apunta a que en la mayoría de casos la causa sea de origen orgánico. Según un estudio, estos altibajos anímicos podrían explicarse por un suceso químico motivado por la amígdala, que es la parte del cerebro que se encarga de regular emociones como el miedo y la ansiedad. Durante el sexo, la amígdala "amortiguaría" esas emociones.

Después del sexo y según la teoría explicativa, la amígdala recuperaría los niveles normales de funcionamiento; esa descompensación que se produce al pasar de 0 a 100 es lo que se notaría a nivel emocional.


Las otras teorías hablan de malestar por problemas de pareja previos, por la aversión al sexo como resultado de violaciones y traumas del pasado o por la influencia de una educación sexual restrictiva en la que puede haberse interiorizado el sexo como algo malo, en cuyo caso, todas ellas podrían trabajarse con un Psicólogo especialista en Sexología.

¿Existe una solución o algún tratamiento?
Si ocurre alguna vez, no existe una solución ni un tratamiento puesto que no se trata de una enfermedad, es simplemente algo que ocurre, que no se puede evitar y que es transitorio. Hay que normalizarlo y no sentirse un bicho raro ya que le pasa a mucha gente. No hay que "rayarse" ni darle más vueltas de las necesarias.

Ahora ya sabes que esa sensación, igual que viene se va, así que simplemente déjala que pase y mientras, focaliza tu atención en otras cosas que sepas que normalmente te hacen sentir bien. Si ocurre siempre, entonces es posible que tengas que acudir a un profesional.
María Esclapez
Fuente. yasss

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