Niños robados.

"(...) Cuando el chófer de Los Rosales aparcaba en la trasera del Hospital San Martín, era que iban a sacar algún niño robado a sus madres en el paritorio, les decían a las pobres muchachas, todas muy pobres y de familias trabajadoras, que su bebé había nacido muerto, que parecía un monstruo y que era mejor que no lo vieran, entonces metían algún resto humano o de animal en una cajita pequeña de madera y se lo daban pal entierro. Nadie se atrevía a abrirlas y todas estas familias acababan enterrando una pierna amputada, un brazo cortado, un gato, un perro o simplemente las tripas de cualquier desgraciado. Sentada detrás iba siempre la criada de los caciques del norte de la isla, desde que le entregaban al recién nacido envuelto en mantas el coche salía a toda velocidad, no paraba hasta llegar al chalé antes de llegar a Firgas propiedad de estos asesinos, Rubio Guerra, el Jefe de Acción Social de Falange era el que se encargaba de todo, tenía junto a Eufemiano el tabaquero y el obispo toda esa red criminal creada desde diciembre del 36, robaron miles de niñas y de niños, empezaron vendiéndolos en una mierda de dinero pero luego se profesionalizaron y sacaron millones, yo recuerdo escuchar mientras limpiaba el piso del quirófano que hablaban los médicos y las monjas de mucho dinero, no te sé decir pero si el chiquillo era de ojos azules o verdes superaba las 50.000 pesetas, en aquella época era un dineral que solo tenían familias poderosas cercanas a los criminales del régimen. Recuerdo que en una visita del presidente del Cabildo, Matías Vega, bromeaba en la puerta de la cocina junto a Rubio Guerra, Del Río Ayala y el Canónigo de la catedral de Vegueta, alegaban entre risas del dinero que estaban sacando, que era un buen negocio y que se estaban haciendo millonarios. Yo me sentía triste cuando veía aquellas pobres mujeres llorando por perder a su criatura, me jodía mucho saber lo que estaban haciendo aquellos hijos de puta y no poder hacer nada..."

Fragmento de las palabras de Encarnación Vera Tavío, limpiadora del Hospital San Martín entre 1942-1951.

Entrevista realizada en el barrio de Tenoya (Las Palmas GC) en agosto de 1999 por Francisco González Tejera.

Imagen: Viñeta de Eneko de Las Heras.

Vía: Pako González fb

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