Me he propuesto invertir en mí, procurar que desde hoy mismo nadie me quite las ganas, los ánimos, la sonrisa. Digo “no” a permitir que alguien, sea quien sea, me desanime. Desde este momento no importarán las nubes grises, los trenes que se retrasan o las piedras que quieran aparecer en el camino, porque mi día es solo mío, mi vida me pertenece y he decidido vivirla con optimismo. 

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