El condenado.

A las 5:30 pm los niños se reunían en el parque de mi casa hacían una rueda y contaban historias una de las hermanas mayores de mi amiga Jessi nos contó que su abuela un día se topó con el condenado, recuerdo muy bien el que a mis 8 años por días no dormí del miedo, el hombre le contó su historia a su abuela .
Yo desde muy joven crecí con mis tres hermanas y mi madre mi padre siempre estuvo de viaje y al nacer la última hermana volviendo de su viaje murió, cuando me volví joven estudie mucho y me convertí en un hombre Profesional exitoso y me enamoré de una joven de Lima, mi madre nunca acepto y me dijo hijo pero si aquí tienes tus tres hermanas deja a esa mujer y casate con una de tus hermanas y en que hora escuche a mi madre, la amaba tanto yo obedecía ciegamente, por miedo a perder el amor de mi madre, y así hice me casé con una de mis hermanas deje la joven que amaba la hice sufrir y luego de unos meses de matrimonio embaraze a mi esposa yo igual que mi padre salí de viaje Y la deje con mi madre encargándose que me la cuidara y la llevará al hospital llamaba a la semana, cuando en una de esas llamadas mi esposa me dijo que estaba para dar a luz y sin pensarlo tanto me puse en marcha para regresar, al volver en mi casa no había nadie grite lloré estaba desesperado más abajo de mi casa estaba mi segunda hermana y le pregunté le implore a que me dijera la verdad ella entre lágrimas me llevo adelante de mi casa escarbo en mi jardín a mano y me dijo mamá enterró aquí a la hermana y a tu hijo por que no quiso llevarle al hospital para que no gaste lo que le mandabas enterró el cuerpo en este jardín y se fue con todo el dinero que junto en estos meses, el dolor invadió mi cuerpo lloré tanto sentía furia, desesperación, angustia, dolor fueron tantas cosas, le dije a mi hermana que se fuera y yo sólo desenterré el cadáver de mi hermana y mi niño a mi mujer le corté los senos y a mi hijo la cabeza y los puse en una mochila, entre lágrimas en la noche grite al cielo y jure a Dios que no iba a morir si no mataba a mi madre, pasado un tiempo perdí todo era como un vagabundo siempre caminando con una mochila en la espalda, quise matarme pero no podía me lancé a un tráiler en movimiento pero sólo me votó lejos y no morí, me tiré de un cuarto piso y no morí fue que me di cuenta que estaba maldito por mi propia boca Dios me había escuchado y entendi que si no mataba a mi madre jamás me hiba a liberar y la comencé a buscar pero en eso andaba y al mismo tiempo mataba mujeres y niños a las mujeres les cortaba los senos y me los comía y a los niños les cortaba la cabeza, en pueblo que pasaba dejaba sólo muertos llegué a matar a tantos que las autoridades me buscaban, fue ahí que me escapé a la sierra y llegue a su casa señora Juana el nombre de la abuela de mi amiga, ella estaba incrédula a lo que ese hombre le contaba pero el la calmó y le dijo usted a sido muy buena conmigo y no le haré daño me iré sin verla de nuevo y fue así que se marchó cuando luego la señora Juana se enteró este hombre que para otros era incógnito pero ella sabía que era el había matado 10 mujeres y niños por chanchamayo hasta que lo atraparon para que luego este escapara hábilmente, dio su entrevista por radio y dijo que si no traían a su madre el mataría más gente en menos de lo que canta un gallo, las autoridades por miedo, buscaron tanto hasta encontrarla la llevaron al lugar que el les había dicho la dejaron en el cuarto a solas con el, sólo se escucharon sus gritos aterradores de la mujer los arañazos que daba en la puerta abrieron de inmediato pero en aquella habitación no había nada, nadie sabe si ese hombre mato a su mamá o sigue vivo, en esa época murieron muchas personas así contó la señora Juana a sus nietas.

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