Querido Psiquiatra.

Querido Psiquiatra.
Hola nuevamente quizás ya no te acuerdas de mi, pero solía ser tú más fiel paciente, aquel chico de ojos verdes tristes que iba siempre con una camisa negra y jeans a tus consultas, me regañabas por no dejar el negro, pero aún lo sigo usando y es que es mi color favorito, te reirías conmigo al darte cuenta que toda mi muda de ropa son de esa tonalidad, pero no vengo hablarte de eso.

Recuerdo la primera consulta con psicología, una señora que podría ser mi madre que termine odiando por solo revolver más mis problemas y salía mucho peor de las consultas cuando no tenía que ser así, y es que recuerdo aquellos días, vivía con una nube negra con rayos encima mío, estaba constantemente deprimido, vivía en soledad y gritaba en silencio que quería un abrazo o simplemente me apartaba de la sociedad, odiaba a las personas porque las veía de una manera tan insignificante que con solo el hecho de verlas me producían náuseas, aunque ya no las sigo viendo de tal manera, aún debo aceptar que no todas las puedo masticar y tragar.

Recuerdas cuando llegaba a tu consulta cabizbajo y con una tristeza profunda que ni yo mismo podía encontrar el motivo de esa decepción hacia mi, me encontraba jodidamente perdido, mis escritos solían ser de tristeza, suicidio, autolesiones, decepciones, soledad, agonia, ahogó, y que todo eso eran las palabras que jamás pude decir y que aún no las digo, pero ya me dan completamente igual, sabes… pensé que nunca saldría de ahí, pensé que no llegaría a controlarme de todo y que un momento a otro todo acabaría, pero me equivoqué.

Me equivoqué y con esto quería decirte que aunque no me ayudaste del todo, solo bastó un par de palabras para darme cuenta cual era el significado de estar aquí “VIVIR DE LO SIMPLE” decías y es que eso hago ahora, cabe aclarar que he dejado atrás personas que marcaron mi vida de una manera positiva y negativa a la vez, porque vamos, nadie es Perfecto, me he mantenido alejado de humanos que proveen energía de tristeza para evitar contaminarme nuevamente, ya no hago escritos de tristeza, ya no convierto el dolor en arte, simplemente porque ya no siento dolor.

Ahora viviendo de lo simple me he dado cuenta de muchas cosas, que la vida todo es costumbre, que puedo tomar el bus e irme solo con uno cuantos pesos a mi lugar favorito, ver la cara de mi perro al levantarme y saber que mi madre sigue viva, estar con la persona que ahora mismo se está convirtiendo en el amor de mi vida y que quiero para siempre en esta, no sé si casarnos, no sé si tener hijos, solamente quiero que pase todo tan simple que sea sano.

Querido psiquiatra es que ya no se lo que es la depresión, no sé lo que se siente ese nudo en el pecho que me ahogaba, y no sé lo que se siente estar rodeado de personas y sentirme solo, simplemente porque ya estoy bien, porque vivir de lo simple se ha vuelto mi realidad y rodearme de personas sanas que aporten conocimientos y recuerdos positivos en mi vida, y quizás venga un dolor de desamor o de alguna partida, pero la vida se trata de costumbre, porque si salí de algo que no encontraba luz ya me considero inmortal en todo lo demás.

Gracias por enseñarme a vivir de lo simple. Salvaste un alma con tan poco.

Fiel paciente, Alex.

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