Medio billón de abejas han muerto en Brasil

Aunque la cifra suene increíble, medio billón de abejas han muerto en Brasil en lo que va del año.
Incendios casi incontrolables diezman la Amazonía matando a millones de animales y árboles
 desde hace varias semanas. Sin embargo esta tragedia no es la única; la vida silvestre,
 principalmente las abejas en Brasil, han sufrido otra calamidad de grandes proporciones
en lo que va del año.  Las abejas en dicha parte del mundo han registrado una baja enorme
en número, y de acuerdo a investigadores se trata de un colapso catastrófico. Aproximadamente
medio billón de abejas han muerto en los cuatro estados del sur de Brasil en los primeros meses
del año, según informa Bloomberg. la causa, al igual que en otros lugares del mundo es incómoda
 para la economía y los países: los pesticidas. «Apocalipsis de abejas» En el año 2012, Brasil se
 convirtió en el mayor comprador de pesticidas, superando a EE.UU. A partir de ese entonces,
reguladores han encontrado consistentemente que los agronegocios están usando pesticidas
no aprobados o excediendo los niveles permitidos. El principal culpable de la actual muerte
 de las abejas en Brasil es el fipronil, un insecticida de amplio espectro que mata al alterar el
 sistema nervioso central del insecto. Como todos los insecticidas agrícolas, el fipronil está
 diseñado para atacar a las plagas que comen cultivos, sin embargo, por su propia naturaleza,
 los insecticidas también son tóxicos para las abejas. El fipronil es altamente tóxico para muchos
peces, invertebrados acuáticos, algunas especies de lagartos, ciertos grupos de aves y, por
 supuesto, las abejas. Si bien la situación en Brasil es especialmente grave, la tendencia se
 siente en otras partes del mundo. En los EE.UU., por ejemplo, aproximadamente el 37 por ciento
de las colonias manejadas de abejas melíferas se perdieron entre octubre de 2018 y abril de 2019.
Las abejas contribuyen a la reproducción de varias plantas, y el 75 por ciento de los cultivos del
mundo dependen de la polinización de las abejas y otros animales, según la Organización de las
 Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Por lo tanto, una disminución de
 las abejas podría amenazar potencialmente el suministro de café, manzanas, almendras, tomates,
 cacao y muchos otros cultivos. Entonces, cualquier problema para las abejas también es un problema
 para nosotros. Fipronil: causante de muerte de abejas El fipronil ha sido fuente de mucha
 controversia en todo el mundo y está sujeto a restricciones en la Unión Europea debido a sus vínculo
s con las muertes de abejas, especialmente la infame muerte de las abejas melíferas en el campo
francés entre 1994 y 1998. A pesar de estos aparentes preocupaciones, el controvertido insecticida
 ha recibido luz verde en Brasil en los últimos años, y el gigante químico alemán BASF se ha registrado
para el uso de un producto que contiene fipronil. Producto a base de Fipronil.  Esta aprobación fue
 parte del enorme aumento en los nuevos productos pesticidas bajo el ex presidente Michel Temer
 y el actual presidente Jair Bolsonaro. Desde 2016, más de 1.000 pesticidas han sido aprobados para
 uso agrícola. Por coincidencia, Bolsonaro ha expresado en repetidas ocasiones un fuerte desdén por
 las regulaciones ambientales y mantiene una estrecha relación con los agronegocios. El presidente
 populista de derecha ha sido denominado «Capitán Motosierra» por sus adversarios, haciendo
referencia a sus antecedentes militares y su actitud extremadamente laxa hacia la deforestación.
Solo este mes, se informó que más de 2.254 kilómetros cuadrados de la selva amazónica se talaron
 en Brasil solo en julio de 2019, un aumento del 278 por ciento en el mismo período en 2018. Esto
 representa un verdadero colapso para las abejas, un gran golpe para el planeta y algo que va a
afectarnos a todos. Millones de millones de abejas muertas en tan solo ocho meses, y sin contar
 el cuantioso número de otros polinizadores que han muerto en los incendios de la Amazonía.
 F.T. Fuente: Bloomberg / IFL Science

Este contenido ha sido publicado anteriormente en codigooculto.com.
Crédito: Krzysztof Niewolny / Unsplash

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