Lord Byron

George Gordon Byron, célebremente conocido como ‘Lord Byron’, falleció en 1824 a causa de un episodio epiléptico y un pésimo tratamiento médico al que le sometieron por el cual le extrajeron alrededor de dos litros de sangre a través de sanguijuelas.
Lord Byron tuvo una escandalosa vida sexual perdiendo su virginidad con su institutriz a los 9 años de edad. Dejaba tras de sí una excelente obra poética que lo convertía en uno de los más insignes autores del romanticismo británico. Pero Byron no solo destacó por su faceta aristocrática o más intelectual sino que, en sus 36 años de vida, dejó tras de si un gran número de episodios que protagonizó (algo escandalosos para la época), en los que sobresalió su lado más frívolo, libidinoso y transgresor. La práctica totalidad de biografías sobre el poeta inglés recogen muchos de esos momentos libertinos de Byron, iniciando el viaje de éste hacia la sexualidad cuando tan solo tenía 9 años de edad. Era 1797 y al cargo del pequeño George se encontraba una perturbada institutriz llamada Mary Gray, quien, al mismo tiempo que era una devota religiosa (fanática seguidora del calvinismo) y enseñaba la lectura de pasajes bíblicos al niño, lo iniciaba en las ‘artes amatorias’ (por aquel entonces llamado de ese modo) perdiendo la virginidadcon ésta. Ese prematuro encuentro con el sexo fue determinante para marcar el resto de la vida de George Gordon Byron y, desde temprana edad, se vería arrastrado hacia la necesidad de experimentar y estar, a lo largo de los siguientes 27 años, con numerosas parejas sexuales (tanto mujeres como hombres), calculándose que podrían haber sido alrededor de 300 (incluso un número mayor). Se le conocieron un gran número de amantes, que abarcaban cualquier escalafón social: desde prostitutas que llegaron incluso a mantenerlo (tras abandonar la Universidad de Cambridge a los 18 años de edad) hasta ser el cicisbeo (chico de acompañamiento en italiano) de la célebre condesa Teresa Gamba Guiccioli en Venecia. Anecdóticamente, cabe destacar que años después y tras el fallecimiento del poeta inglés, el famoso político francés y segundo marido de la mencionada condesa Guiccioli, Hilaire Étienne (marqués de Boissy), llegó a alardear ante sus amistades de que su esposa y Lord Byron habían sido amantes (teniendo en cuenta que era tal la fama y celebridad de Byron en aquella época que, de haber existido por aquel entonces las redes sociales, hubiese sido un ‘influencer’ y ‘celebrity’ en toda regla).
Durante sus años en Venecia, Lord Byron tuvo un gran número de encuentros sexuales y llegó incluso a participar en numerosas orgias (o al menos así lo señalan sus biógrafos).
El hecho de haber ido a residir una época a Italia fue con la intención de huir de su Inglaterra local tras protagonizar un episodio que se calificó como escandaloso: el mantener una apasionada relación sentimental y sexual con su hermana de padre, Augusta Leigh, cinco años mayor que él (por aquel entonces Lord Byron tenía 25 años de edad y Augusta 30) y de cuyo encuentro incestuoso nació, en 1814, una niña bautizada como Elizabeth Medora (tal y como indican la mayoría de biografías). Pero esta no fue la única hija del aristócrata y poeta inglés. En 1812 Byron había contraído matrimonio con Anna Isabella Milbanke y fruto de dicha unión nació en diciembre de 1815 Augusta Ada Byron, conocida mundialmente como Ada Lovelace (al haber sido una de las más importantes matemáticas de la Historia y ser quien creó un algoritmo que con el paso del tiempo fue clave para la invención de los ordenadores). Coincidió en el tiempo el nacimiento de la hija legítima de Byron, la ruptura de su matrimonio y su marcha precipitada hacia el continente (primero a Suiza y posteriormente a Italia y Grecia) tras hacerse públicas las sospechas de relación incestuosa con su medio hermanaAugusta Leigh. Su época de mayor ‘desmadre sexual’ llegó a su llegada a Italia y es en esa época cuando se le contabilizaron más de 200 relaciones (sentimentales y sexuales) tanto con mujeres como con hombres, aunque siempre predominó su predilección hacia el género femenino. Dentro de sus excentricidades y libidinosa vida, se señala a Lord Byron como un fetichistaempedernido, teniendo una enorme atracción hacia el vello púbico femenino y atribuyéndole ser el poseedor de una curiosa y enorme colección de éstos, los cuales cortaba un mechón tras cada relación sexual y guardaba en sobres individuales; apareciendo, en cada uno de ellos, anotado el nombre de la dama a quien pertenecía.

Comentarios