Arte académico.

Dentro del gran mundo de las bellas artes, el arte académico o academicismo fue ese movimento impulsado por las Academias de Arte europeas en dónde se observaban una serie de normas bien rígidas, consideradas clásicas y sus obras hacían gala de una gran calidad técnica.
Se desarrolló principalmente en Francia a lo largo del siglo XIX, y respondía a las instrucciones de la Academia de Bellas Artes de París y al gusto medio burgués, como herencia del Clasicismo y resultado de una mediación entre las bases del neoclasicismo y el romanticismo. El academicismo se alejaba espantado, del realismo naturalista, es decir, de los aspectos más desagradables de la realidad.
No se buscaba una belleza ideal partiendo de las bellezas reales, por esto se utilizaban siempre los mismos patrones.
Desde su fundación en 1648, la Academia francesa buscó imponer su autoridad en la enseñanza, producción y exhibición de bellas artes, pero posteriormente demostró ser incapaz de modernizarse o adaptarse a los gustos y técnicas cambiantes. Como resultado, para el siglo XIX fue cada vez más ignorada y dejada de lado, ya que artistas modernos como Gustave Courbet, Claude Monet, Vincent Van Gogh y Pablo Picasso revolucionaron la teoría y la práctica del arte.
Las Academias, fueron patrocinadas originalmente por un mecenas de las artes, generalmente el papa, un rey o un príncipe y se comprometieron a educar a los artistas jóvenes de acuerdo con las teorías clásicas del arte renacentista. El desarrollo de estas academias artísticas fue la culminación del esfuerzo iniciado por Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel, para mejorar el estatus de artistas en ejercicio, distinguirlos de los simples artesanos dedicados al trabajo manual, y emanciparlos del poder de los gremios. Una verdadera profesionalización del trabajo artístico.
William-Adolphe Bouguereau fue uno de los grandes ejemplos de pintor academicista. Esto significa, por un lado una actitud conservadora ante el arte y por otro el éxito entre la burguesía francesa de la época.
Mientras Napoleón III admiraba su pintura, artistas como Gauguin o Van Gogh la ridiculizaban constantemente.
Fue un artista muy prolífico al que se le atribuyen unas 800 obras, a las que no se les puede negar una gran pericia técnica.
De origen pequeño-burgués, con 14 años se inicia en el arte clásico y toma clases de dibujo con Louis Sage, discípulo de Ingres. Su padre como tantos otros no quería que fuera artista, pero su talento era inmenso y consigue entrar en las École des Beaux-Arts, donde comienza a trabajar y cobrar un salario y a ganar también los típicos concursos para artistas académicos, con el tiempo Bouguereau acabará siendo elegido miembro de la Academia francesa de Bellas Artes, estableciéndose como el pintor más grande de Francia.
Alguien hace un tiempo me preguntaba porque cierto arte está lleno de desnudos. Bouguereau entre otros pintaba lo que el burgués medio quería ver: mujeres desnudas y a veces también hombres, desnudos que "disfrazados" como escenas mitológicas, alimentaban tanto la inteligencia como la libido.
En esta obra como en tantas otras de su gran colección, William hace gala de su gran calidad artística y con la mitología como guía, pintando una visión particular del mito de Eros y Psique, la lucha por el amor y la confianza entre Eros (Cupido) y la princesa Psique.
Está historia ya ha sido publicada en otras oportunidades, pero la "audiencia" se renueva. Así que vamos nuevamente. Eros, dios del amor, representaba a la fuerza atractiva, que agrega y combina los elementos, la fuerza creadora que anima al mundo y por ende la pasión amorosa, hijo de Zeus y Afrodita.
Psique, que significa alma o mente, era hija de un rey y era tan hermosa que la propia Afrodita sintió celos y mandó a Eros con la misión de enamorarla y romperle el corazón. Pero para sorpresa de Afrodita, Eros se enamoró de Psique y la llevó a un lugar secreto para estar juntos.
Psique no conocía la naturaleza divina de Eros, por lo que la única condición que éste le puso fue que ella nunca le preguntase quién era o de dónde venía. Pero ya sabemos... finalmente la curiosidad se apoderó de ella y una noche entró con una lámpara de aceite a espiarlo, se inclinó para verlo más de cerca y en el momento en que descubrió sus alas, dejó caer una gota de aceite en su hombro y lo despertó.
Eros, enojado por haberlo desobedecido, la abandonó. Psique desconsolada lo buscó en todas partes hasta finalmente llegar al palacio de Afrodita, quien le informó que la única forma de recuperarlo era descender al reino de Hades y pedirle una pócima de belleza. Psique bajó en su busca pero no pudiendo soportar el viaje, murió. Eros, que la observaba, no pudo resistir y bajó a rescatarla, resucitándola y obteniendo ella así, la inmortalidad.
El primer beso, es el nombre más conocido de la pintura original titulada realmente “Eros y Psique, niños” realizada en 1890, dónde Bouguereau le da un giro original al tema, representando un supuesto primer beso entre Cupido y Psique, cuando eran sólo niños.

La obra:
Título: El primer beso
Título original: L'Amour et Psyché, enfants
Autor: William-Adolphe Bouguereau
1890
Periodo: Academicismo
Óleo sobre lienzo
Ubicación: Colección privada

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