Compra de mujeres por países “amigos”. El genocidio Yazidi y la inacción Internacional


El presidente de la Casa Ezidi (Yazidi), Salih Hussain, comunidad minoritaria ubicada principalmente en el norte de Irak , denunció el jueves 8 de agosto que algunos nombres conocidos en Arabia Saudí, Jordania y Emiratos Árabes Unidos (EAU) han sido acusados de comprar mujeres yazidíes al ISIS. Esas mujeres son parte de las esclavas sexuales yazidíes “desaparecidas”.

Había aproximadamente 500.000 yazidíes en Iraq antes del genocidio. Alrededor de 100.000 abandonaron Iraq y 360.000 siguen desplazados internamente. De los 6.417 yazidíes que se cree fueron secuestrados de Shingal, 2.992 siguen desaparecidos, según cifras del Gobierno regional del Kurdistán (KRG). En 2017, la Organización de las Naciones Unidas estimaba que seguían cautivas entre 1,800 y 3,500 mujeres y niñas Yazidíes, esclavas sexuales del daesh. El daesh ejecutó a miles yazidíes y secuestró a miles de mujeres y niñas, (the Independent las cifra en 10.000) para convertirlas en esclavas sexuales.

La lucha sin tregua

Nadia Murad y Denis Mukwege
La lucha de Nadia Murad Basee y Lamiya Aji Bashar, no ha cesado, ambas Premio Sájarov 2016, la mayor condecoración comunitaria europea a personas que se han distinguido por su defensa de los derechos humanos han pedido llevar al grupo yihadista ante el Tribunal Penal Internacional por el genocidio de su pueblo. La superviviente yazidí NadiaMuradBasee, Nobel de la Paz 2018, compartido con el médico Denis Mukwege por su labor para acabar con la violación como arma de guerra, junto a la abogada de derechos humanos Amal Clooney están liderando los esfuerzos para construir un caso internacional contra el grupo terrorista. Murad además ha donado el 100% de su premio en metálico del Nobel de la Paz al proyecto sin ánimo de lucro Sinjar Action Fund. Nadias’iniciative. La Iniciativa de Nadia, no solo trabaja para dar voz a las víctimas, reconstruir Sinjar, la construcción de un hospital, o devolver vida a zonas devastadas, y llevar ante los tribunales internacionales a los terroristas, también colabora en asociación con distintos gobiernos para reubicar a viudas yazidíes y sus hijos en países como Francia, Canadá y Australia. La Iniciativa de Nadia promueve una mayor conciencia mundial sobre la violencia sexual y las necesidades de las víctimas. Y ha creado junto a Denis Mukwege, un fondo internacional para sobrevivientes de violencia sexual relacionada con conflictos.

La denuncia de Amnesty
Son ‘kuffar’ [infieles] y pueden hacer con ellas y ellos lo que quieran. A los hombres en las filas del Daesh se les entregaban al menos cuatro vírgenes como parte del sueldo. La denuncia de Amnesty en 2016 fue tajante. La comunidad internacional ha fallado en el apoyo a las mujeres y niñas yazidíes que han sido esclavizadas, violadas, golpeadas y torturadas por el grupo armado que se hace llamar Estado Islámico (IS). Además, la mayoría de mujeres y niñas yazidíes que han logrado escapar del cautiverio viven en condiciones extremas, ya sea con parientes empobrecidos que han sido desplazados de sus hogares o en campamentos para desplazados internos en la región de Kurdistán en Irak. Y no se trata solo de la asistencia financiera, sanitaria… que también, luchan para pagar enormes deudas, de hasta decenas de miles de dólares estadounidenses, después de que su familia pidió prestado el dinero para pagar su liberación del cautiverio. Esas mujeres y niñas necesitan un importante apoyo psicológico.

Las sobrevivientes dijeron repetidamente a Amnistía Internacional que experimentan episodios de depresión severa y enojo, y muchas tienen pensamientos suicidas. Los traumas por los que han tenido que pasar superan cualquier relato de ficción. Violadas multitud de veces al día, por distintos hombres. Han visto romper los dientes a sus hijos, o han sido testigo de la violación de sus hijas, golpeadas hasta que se orinaban encima, incluso llevadas al suicidio. Testigo de cómo acuchillaban a bebés dentro del vientre de su madre. Golpeaban a los recién nacidos, de un mes de edad y los mataban de hambre. Las mujeres y niñas vendidas no lo eran una vez, podían ser vendidas multitud de veces, lo que implica violaciones continuas y agresiones en el cautiverio. Torturadas de formas inimaginables.

El suplicio
El suplicio atroz de las mujeres y niñas yazidíes queda reflejado en la entrevista que Zainab Salbi realizó a dos sobrevivientes en TV. O el documental sobre el genocidio Yazidi, imprescindible de Yolanda Álvarez “En portada: Esclavas del Daesh“. Donde intervino Nadia Murad, sobreviviente de tortura sexual, que en el Consejo de Seguridad de la ONU pidió al mundo que se pusiera fin a la barbarie. Ahí arrancó su misión humanitaria: desde entonces, se reúne con líderes políticos y recorre numerosos países para que la comunidad internacional reconozca el genocidio y ayude a las víctimas como ella.

Ekhlas, tenía 14 años cuando intentó escapar del Monte Sinjar, fue capturada y violada cada día durante cinco meses. Lamia Ají Bashar tuvo seis dueños y 20 meses como esclava del ISIS.  Logró escapar en abril de 2016 gracias a unos contrabandistas pagados por su familia. Jamila, un caso que describe Amnesty, contó cómo los combatientes la obligaron a ella y a otras niñas y mujeres en Mosul a quitarse la ropa y “posar” para tomar fotografías antes de “venderlas”. Ella trató de escapar en dos ocasiones, pero fue atrapada las dos veces. Como castigo, fue atada a una cama por sus manos y piernas y violada en grupo, además de ser golpeada con cables y privada de comida. Shirin, una madre de seis hijos, de 32 años originaria de una aldea en el oeste de Sinjar, fue secuestrada y convertida en esclava sexal en Solakh, junto con cinco de sus hijos de entre cinco y once años. Su hija de 13 años se suicidó después de escapar del cautiverio del IS. Sin compasión, seleccionaban a las niñas, algunas de entre 10 y 12 años. Lloraban, se las llevaban y las violaban de la forma más atroz, cuenta Nadia Murad, en su propio cautiverio. Ninguno de los hombres tuvo compasión con ellas. Hasta sus propias esposas se portaban igual.

A muchas madres les confiscaron a sus hijos. A los niños mayores de cuatro años se les adoctrinaba para la guerra, mientras que las niñas de tan solo nueve años, eran “vendidas” o “regaladas” como esclavas sexuales. O se intercambiaban por soldados capturados. Políticos locales, activistas y proveedores de cuidados estimaban en 2016 que unas 3,800 mujeres y niños permanecen en cautiverio IS. El destino de cientos de hombres yazidíes secuestrados se supone han sido las fosas comunes, junto a niños y mujeres que no servían a sus propósitos.

“Se puede y se debe hacer más para ayudar a sanar las profundas cicatrices físicas y psicológicas que sufren las mujeres y los niños después de largos períodos en cautiverio, y ofrecerles la esperanza de reconstruir sus vidas destrozadas.” Lynn Maalouf.


Ashwaq Haji, esclava sexual en Iraq, con 14 años, consiguió huir a 4.000 km y se ha encontrado de cara en un supermercado de Alemania con el yihadista del daesh que la compró por 100$, el que la violó, torturó y mantuvo secuestrada: Abu Houmam.

En 2015, su madre, hermano y ella se instalaron en Schwabisch Gmund, una localidad a 50 km de Stuttgart, acogiéndose a un programa del gobierno alemán para los refugiados iraquíes. Estudiaba alemán y quería encontrar un trabajo. Hasta que el 21 de febrero de 2018 vio en un supermecado a un hombre bajar de un coche y llamarla por su nombre. ‘No me mientas, sé muy bien que eres Ashwaq y que vives en Alemania con tu madre y tu hermano’ , conocía su dirección y otros detalles. La fiscalía federal “estudió el caso” pero por el momento, a la vista de los elementos de prueba disponibles, dijo no podía identificar con suficiente certeza al presunto autor”. Por miedo a cruzarse de nuevo con su secuestrador y violador se marchó del país a un campo de refugiados del Kurdistan, al norte de Iraq, a finales de marzo. Ahora vive aterrorizadada ya que Abu Houmam, el yihadista, tiene familia en Bagdad. La policía judicial de Baden-Wurtemberg afirmó haber “abierto una investigación el 13 de marzo, pero la investigación no puede continuar porque Ashwaq se marchó del país. “Se puede y se debe hacer más para ayudar a sanar las profundas cicatrices físicas y psicológicas que sufren las mujeres y los niños después de largos períodos en cautiverio, y ofrecerles la esperanza de reconstruir sus vidas destrozadas.” Lynn Maalouf.
La reconciliación y reconstrucción Yazidí
Un programa respaldado por el gobierno alemán trajo a 1.080 yazidíes, sobrevivientes de violencia sexual y sus familiares inmediatos, para recibir tratamiento especializado, pero se necesitan más iniciativas como esta. En navidad 2018 llegó a París el primer grupo de mujeres y menores yazidis, 18 familias en total. Francia se sumó a los países que han acogido a miembros de la comunidad yazidi de Irak. En mayo acogieron a otras 28 familias con sus hijos. Y acaban de llegar otras 31 mujeres con sus hijos e hijas. Desde la organización no gubernamental fundada por la sobreviviente del genocidio Yazidí Nadia Murad, se ha confirmado la llegada total de 151 mujeres y niños a Toulouse. El 3 de agosto se ha nombrado Día Oficial de la rememoración del Genocidio yazidí. Según @NadiaMuradBasee “Este es un paso vital en el proceso de reconciliación y reconstrucción de la comunidad yazidí.
Traficadas a día de hoy
1500 mujeres Yazidi aún “perdidas” están siendo traficadas en Oriente Medio después de ser vendidas por el Daesh. Según una noticia de SULAIMA, el líder de la organización coordinadora de grupos de defensa de Ezidi (Yazidi), Salih Hussain, advirtió que las mujeres y niñas yazidíes están siendo traficadas en toda la región del Medio Oriente después de ser vendidas por militantes del Estado Islámico (ISIS) por grandes sumas de dinero. El presidente de la Casa Ezidi, Salih Hussain, dijo el jueves 8 de agosto, que algunos nombres conocidos en Arabia Saudí, Jordania y Emiratos Árabes Unidos (EAU) han sido acusados de comprar estas mujeres al ISIS. Ezidi House actúa como una organización paraguas para grupos de defensa de la comunidad Yazidí en la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria, conocida popularmente como Rojava. Las acusaciones fueron hechas inicialmente por el activista iraquí-ezidi Ali El Khansory.
¿Voluntad de justicia?
Según Amnesty, hasta ahora, en Iraq no se ha procesado ni juzgado a nadie acusado de cometer crímenes contra la comunidad yazidí. “Si las autoridades iraquíes toman en serio que los miembros del Estado Islámico rindan cuentas por crímenes abominables, deben ratificar urgentemente el Estatuto de Roma y declarar que la Corte Penal Internacional tiene jurisdicción sobre la situación en Irak para todos los crímenes cometidos en el conflicto”. Deben promulgar leyes que penalicen los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad y reformar los sectores de seguridad y justicia de acuerdo con los estándares internacionales ”, dijo Lynn Maalouf, (Middle East Research director, Amnesty International). Y sin embargo, ¿Cómo hacer justicia con hombres que reconocen haber violado y matado a más de 200 mujeres #Yazidi y más 500 hombres y no se arrepienten?
Un necesario caso internacional contra el ISIS
Mientras Nadia Murad y la abogada de derechos humanos Amal Clooney están liderando los esfuerzos para construir un caso internacional contra los terroristas del ISIS. Según Nasir Ali, las sobrevivientes yazidíes presentaron 4.608 testimonios a un comité especial en Duhok establecido para recopilar evidencia. “El objetivo del establecimiento de esta junta era ayudar a reconocer el genocidio que experimentaron los yazidíes“, dijo a Rudaw el juez Aiman ​​Mustafa, jefe de la junta. Sin embargo, todavía no se ha establecido un tribunal internacional para escuchar este caso de genocidio, dado que “Kurdistán no es un estado, no se puede enviar directamente los documentos a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y este trabajo solo se puede hacer a través de Bagdad“, dijo Mustafa. E Iraq teme que si se establece un tribunal internacional de este tipo, los kurdos se unirán por la independencia.
La realidad: Por ahora se tomará una decisión sobre si lanzar un caso a nivel nacional o internacional cuando el equipo liderado por la ONU que investiga sitios de fosas comunes en Shingal complete su trabajo. En junio comenzó a examinar los restos de 12 fosas comunes de yazidíes utilizando pruebas de ADN para identificar los restos de 141 cuerpos. Pero hay cientos de fosas comunes. En Sinjar en 2017 encontraron en una fosa común con 1.646 cadáveres. En la aldea de Kabusi, encontraron los cuerpos de 20 mujeres y unos 40 niños. En el complejo residencial de Jazira, también al sur de Sinjar, se descubrieron otros 80 cuerpos. Otra en el área de Rambussi, con 73 cuerpos. Y hay muchas más. Existen decenas, que ni siquiera se han exhumado.

Recomendación:
Fragmento del libro: “Yo seré la última. Historia de mi cautiverio y mi lucha contra el Estado Islámico”. La finalidad del libro de Nadia Murad Basee es que el mundo conozca la realidad el genocidio Yazidi. Hoy aún quedan muchas mujeres y niñas que sueñan con ser liberadas y dar testimonio de lo que ISIS les hizo. Cinco años después, no se ha hecho justicia, ni se ha movido un dedo para liberar a estas mujeres y niñas que siguen cautivas como esclavas sexuales.
Vía:nuevarevolucion.es


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