Cascada de dolor.
Y esa vez,
me quebré,
me hice trocitos
pedacitos irreparables.
Me hice pequeñita,
como una nada,
una cosita inexistente
incapaz de ser encontrada.
Lloré a raudales,
haciendo mares en mis ojos
mientras flotaba mi dolor
y fluia mi tristeza.
Pero esta vez había algo diferente,
algo que no era como las otras veces,
algo que hacía que se sintiera como si nunca hubiera ocurrido,
como si esta vez algo diferente se hubiera quebrado.
Y fue entonces cuando me di cuenta,
en medio del caos,
estaba llorando
y esta vez no era por alguien más.
Esta vez lloraba por mi,
esta vez yo no era un mar,
sino una cascada,
y estaba tirando por el borde todo.
Estaba dejando que esta cascada
se llevara todo lo que alguna vez me dañó
lo que alguna vez me pudrió los sueños
o me ancló a mis miedos.
Y en lugar de correr, o de huir,
decidí usar mis lágrimas para dejar ir
todo
lo
que
me
encadenaba.
-Falcón
Y esa vez,
me quebré,
me hice trocitos
pedacitos irreparables.
Me hice pequeñita,
como una nada,
una cosita inexistente
incapaz de ser encontrada.
Lloré a raudales,
haciendo mares en mis ojos
mientras flotaba mi dolor
y fluia mi tristeza.
Pero esta vez había algo diferente,
algo que no era como las otras veces,
algo que hacía que se sintiera como si nunca hubiera ocurrido,
como si esta vez algo diferente se hubiera quebrado.
Y fue entonces cuando me di cuenta,
en medio del caos,
estaba llorando
y esta vez no era por alguien más.
Esta vez lloraba por mi,
esta vez yo no era un mar,
sino una cascada,
y estaba tirando por el borde todo.
Estaba dejando que esta cascada
se llevara todo lo que alguna vez me dañó
lo que alguna vez me pudrió los sueños
o me ancló a mis miedos.
Y en lugar de correr, o de huir,
decidí usar mis lágrimas para dejar ir
todo
lo
que
me
encadenaba.
-Falcón
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