Decía Osho que en la realidad puedes dudar - pues podría ser un sueño lo que se está viviendo - pero en un sueño no puedes cuestionar si se trata de un sueño. Y añadió: “la realidad te permite razonar, la imaginación no te permite razonar”.
Krishnamurti decía que “la verdad es diferente de la realidad, pero los hombres están atados a la realidad”, mientras Lacan sostuvo que la realidad es el conjunto de elementos reales, y lo real, es el elemento básico de la realidad, aunque nunca llegó a decir que la realidad fuera falsa.
Sin embargo, si sostenemos que lo real es el elemento básico de la realidad, entonces aquello no deja de ser un juicio valorativo basado en aquello que se puede palpar, medir, pesar, oler. Y, de hecho, el sentido común o la lógica nos dice que esto es así, que la realidad física percibida a través de nuestros sentidos es real. Pero ocurre que hay muchas cosas que se nos escapan, y no es necesario hablar de entidades que no podemos ver o de dimensiones paralelas a la nuestra, pues bastará con mencionar como ejemplo algo que todo mundo conoce: el hombre llegando a la luna.
¿El hombre llegó a la luna es la verdad o la realidad? La verdad sólo la conocen los astronautas involucrados en la misión, mientras que la realidad es lo que los demás hemos construido a partir de eso después de ver el noticiero en la televisión.
Un filósofo que tenía una manera muy práctica de definir esto era Kant, quien decía que lo real es la esencia misma de las cosas, el conocimiento último y verdadero, mientras que la realidad es lo que la mente humana percibe a través de los sentidos, o incluso como diría Krishnamurti, es el resultado de los filtros de nuestra percepción. Y añadía Krishnamurti: “necesitamos la verdad, pero nuestras mentes están ocupadas con la realidad”.
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