LA TRÁGICA HISTORIA DE HERMAFRODITO...


Hermafrodito era hijo de Afrodita, diosa griega de la belleza, el amor, el deseo y la reproducción; y de Hermes, dios del Olimpo que oficiaba de mensajero y correo de los dioses. El nombre que le dieron a su hijo, estos dioses, fue el resultado de la unión del nombre de ambos dioses.

Luego del nacimiento de Hermafrodito, su madre sintió una gran culpa por el adulterio cometido con Hermes, por lo que decidió desprenderse de su hijo y lo dejó al cuidado de las ninfas en el Monte Frigia, donde se crió hasta los 16 años.

Ya en su juventud, el hijo de Hermes y Afrodita decidió salir del Monte Frigia y del cuidado de las ninfas y recorrer el mundo conocido. Hermafrodito era un joven que había sido bendecido con una gran belleza, que atraía las miradas de todas las ninfas y mujeres que se cruzaban en su camino. Así es que emprendió su viaje, por las distintas tierras griegas.

En su camino hacia Halicarnaso, el joven se sintió agobiado por el calor del día por lo que decidió acercarse a un lago cercano, se quitó sus ropas y, desnudo, comenzó a nadar para refrescarse. Fue en ese momento que Salmácide, espíritu del lago, noto la presencia de Hermafrodito y al verlo nadar desnudo quedó enamorada de la gran belleza del joven.

Salmácide se sintió tan atraída hacia el joven que se acercó lentamente mientras se desnudaba para tratar de captar su atención. Cuando estuvieron frente a frente, el espíritu del lago le declaró su amor a Hermafrodito, pero éste no sólo mostró un profundo desinterés, sino que rechazo a Salmácide.

La bella dama del lago no cejó en sus intentos de relacionarse con Hermafrodito, pero él seguía rechazándola, hasta que en un momento que el joven se encontraba cerca del lago, Salmácide se aferró a él y lo llevó hasta el fondo del agua mientras éste luchaba por soltarse. Fue en ese momento que Salmácide elevó una plegaria a los dioses:

¡Te debates en vano, hombre cruel!¡Dioses! Haced que nada pueda jamás separarlo de mí ni separarme de él”

Los dioses decidieron cumplir con el deseo del espíritu del lago y fusionaron los cuerpos de ambos, en un solo cuerpo que poseía los 2 sexos.

Hermafrodito, acongojado por la suerte que había corrido su cuerpo, suplicó a los dioses que cualquier joven que se bañara en las aguas de ese lago, corrieran la misma suerte que él. Los dioses para ser justos con ambos protagonistas de esta tragedia, le concedieron el deseo y hechizaron las aguas para que todo joven que se metiera en el lago perdiera su virilidad y quedara atrapado en un cuerpo con ambos sexos.



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