Existen personas capaces de desintegrarse con tal de regalarle a la gente la pieza que necesitan.
Es querer darlo todo, a sabiendas de que es más lo que le falta que lo que le sobra.
Esas personas son las que suelen dar excelentes consejos y para desafiar toda lógica, son también las que más sufren.
Los consejeros solo se dedican a ayudar y aconsejar, pero son los más sufridos, porque nadie les ayuda. El mundo los ve como sabios interesantes que tienen muy claras todas las cosas, entonces nadie los escucha más que para pedirles ayuda.
Habrás notado alguna vez, que tu amigo consejero favorito no parece necesitar ningún tipo de ayuda. Es tan bueno aconsejando que no necesita recibir él los consejos.
Procura devolverle el interés alguna vez, que si es tan bueno como crees, es porque ha sufrido. La vida lo formó así y por lo general, expresa puntos de vista tan claros como si fueran soluciones de vida, pero no sabe aplicarlos para sí mismo. Sabe qué hacer, cómo defi
nirlo, pero no ejecutarlo. Los aportes de tu amigo consejero favorito son las cosas que te dice y que no suele plasmar para sí mismo.
"El consejo no es lo que yo te digo, es lo que yo me digo y no puedo realizarlo".



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