Recomenzamos.

Salir de nuestra zona de confort y dar ese paso hacia lo desconocido es una invitación directa a tirarse al vacío.
A sentir esa sensación que oprime el alma.
A imaginar que nada bueno vendrá.
A la angustia de que nuestras decisiones no serán las más acertadas.

Pero olvidamos que somos seres cíclicos.
Nacemos, crecemos, nos reproducimos e invariablemente morimos.
Pero en ese morir no se nos ha enseñado la continuidad, el siguiente paso: LA EVOLUCIÓN.
Una vez más regresamos, en otro cuerpo, con otro nombre, en otra vida. Y entonces RE - COMENZAMOS.

Así deberíamos abrazar ese proceso a la vida diaria.
Saber que nada puede ser eterno, pero que cuando termina se reconstruye.

En verdad no temas, cuando ya no eres feliz, cuando hacerlo sea un suplicio, cuando tu corazón no lo anhela, cuando ya no amas, cuando YA NO VIVES.
Da ese paso, acércate al borde, respira y da un paso, un solo paso. Cuando te avientes y tomes las acciones que tu corazón te está dando, no caerás de golpe sino que serás arropado por la sabiduría de tus decisiones y entenderás que mejores cosas se aproximan.



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