Con el tiempo aprendí...

Con el tiempo aprendí...

Que la armonía se conoce luego de haber saboreado los excesos.
Que la quietud mueve galaxias completas.
Que la espiritualidad es una actitud que debe ser regada con rutina, ritmo y repetición.
Que a Dios se lo puede escuchar en el Universo del Silencio.
Que amar no es darle a una persona lo que quiere, sino lo que necesita para evolucionar.
Que todo cambia.
Que tener una relación armoniosa con la familia es muy importante.
Que cambiar la vida de una persona solo es posible cuando eres un ejemplo vivo de ese cambio.

Aprendí que el Universo está tejido por detalles, silencios y música...
Aprendí que desnudarse es un estado sublime del alma.
Aprendí a disfrutar de mi compañía, a enriquecerla, a abrazarla, para poder obsequiarla a los demás.
Aprendí a abrazar el presente, que es un regalo que nunca juzga.
Aprendí a confiar en mí, a perdonarme, y a seguir adelante.

Aprendí a darle gracias a la vida por tanto, por todo, por este presente que se transforma en un regalo.