¿Aún te sigo gustando?
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“Ella se miró al espejo un día, luego me miró, estaba yo sentado en la cama y me preguntó:
—¿aún te sigo gustando?
Respondí:
-¡¡como el primer día!!
Ella se llevó sus manos a la cintura y me preguntó, ¿te has fijado que mi cuerpo ya no es el mismo de cuando nos conocimos?
Respondí:
-¡No!
Ella se llevó sus manos a su busto y me preguntó, —¿te has fijado que mi busto ya está caído?
Respondí:
-¡No!
Ella se levantó la bata y se miró las piernas y me preguntó:
—¿Ya te fijaste que mis piernas ya no son duras y lisas como antes?
Respondí:
Otra vez, noo…
Entonces se me acercó y con lágrimas en los ojos me preguntó:
Entonces:
¿Qué haces a mi lado si ya no me ves, si ni te das cuenta cuanto mi cuerpo ha cambiado, dormimos juntos y no te das cuenta que no soy la misma de ayer?
Le sonreí y le dije:
—Mucho antes de ver tu cuerpo, miré tu forma de ser, mucho antes de tocar tu cuerpo, sentí tu forma de amar, mucho antes de ver tu busto levantado, miré en tu pecho un corazón lleno de bondad, mucho antes de ver tu figura sensual, te sentí una dama… te sentí mujer.
Tomando un suspiro le dije:
No te pongas triste por cómo tú te ves, ponte alegre por cómo te sigo sintiendo.
Yo me enamoré de la sensualidad y bondad de tu alma, no de la vanidad de tu cuerpo…
Y a través de las lágrimas le dibujé una sonrisa que hizo nuevamente brillar su lindo rostro.
Te amo.....
“Ella se miró al espejo un día, luego me miró, estaba yo sentado en la cama y me preguntó:
—¿aún te sigo gustando?
Respondí:
-¡¡como el primer día!!
Ella se llevó sus manos a la cintura y me preguntó, ¿te has fijado que mi cuerpo ya no es el mismo de cuando nos conocimos?
Respondí:
-¡No!
Ella se llevó sus manos a su busto y me preguntó, —¿te has fijado que mi busto ya está caído?
Respondí:
-¡No!
Ella se levantó la bata y se miró las piernas y me preguntó:
—¿Ya te fijaste que mis piernas ya no son duras y lisas como antes?
Respondí:
Otra vez, noo…
Entonces se me acercó y con lágrimas en los ojos me preguntó:
Entonces:
¿Qué haces a mi lado si ya no me ves, si ni te das cuenta cuanto mi cuerpo ha cambiado, dormimos juntos y no te das cuenta que no soy la misma de ayer?
Le sonreí y le dije:
—Mucho antes de ver tu cuerpo, miré tu forma de ser, mucho antes de tocar tu cuerpo, sentí tu forma de amar, mucho antes de ver tu busto levantado, miré en tu pecho un corazón lleno de bondad, mucho antes de ver tu figura sensual, te sentí una dama… te sentí mujer.
Tomando un suspiro le dije:
No te pongas triste por cómo tú te ves, ponte alegre por cómo te sigo sintiendo.
Yo me enamoré de la sensualidad y bondad de tu alma, no de la vanidad de tu cuerpo…
Y a través de las lágrimas le dibujé una sonrisa que hizo nuevamente brillar su lindo rostro.
Te amo.....
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