Preciosa noticia.



Un hospital se salta todas las reglas y concede su última voluntad a un anciano: un cigarro, una copa de vino y una bonita puesta de sol.
Al anciano se le había roto una arteria del estómago y no pudo ser operado. Le quedaban unos pocos días de vida y los deseos de este hombre fueron más importantes que su tratamiento y que las normas del hospital.
Los sentimientos y las emociones son el lenguaje universal del alma.
Descanse en paz.
(Ocurrido en Dinamarca. Hospital Universitario Aarhus)

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