Lo mejor para la tristeza.
Lo mejor para la tristeza-contestó Merlin, empezando a soplar y resoplar--es aprender algo. Es lo único que no falla nunca. Puedes envejecer y sentir toda tu anatomía temblorosa, puedes permanecer durante horas por la noche escuchando el desorden de tus venas, puedes echar de menos a tu único amor, puedes ver al mundo a tu alrededor devastado por locos perversos, o saber que tu honor es pisoteado por cloacas de inteligencias inferiores. Entonces solo hay una cosa posible: aprender. Aprender por qué se mueve el mundo y lo que hace que se nueva. Es lo único que la inteligencia no puede agotar, ni alienar, que nunca le inspirará miedo ni desconfianza y que nunca soñará con lamentar, de la que nunca se arrepentirá. Aprender es lo que te conviene.
Terence White.
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