El experimento Kuleshov.

En los años 20 Lev Kuleshov, un cineasta y montador de la escuela rusa, realizó el siguiente experimento de montaje. Les mostró a un público variado el siguiente fragmento (con el hombre mirando a tres cosas diferentes). Al preguntarles sobre las expresiones del actor ante los estímulos los espectadores confirmaron que las expresiones del actor cambiaban.

-Tenía cara de hambriento al ver la sopa

-Tenía cara de tristeza al ver a la niña

-Y tenía cara de enamorado al ver a la chica

Pero no era así. La cara del actor era siempre la misma. De este modo Kuleshov determinó que el montaje influye mucho en cómo el espectador entiende la historia.