Sanar viejas heridas.

Para sanar las viejas heridas hay que hablar, atreverse a abrir los labios y
empezar a despotricar si fuese preciso.
Hoy me he decidido a ello. Hoy ha sido tiempo de reproches y ha sentado bien...
Yo lo necesitaba.
Hay que decidirse a desprenderse de los viejos fantasmas para continuar, aunque sea mirando atrás para solucionar las viejas heridas y entonces seguir hacia delante.
Qué malos son los malentendidos. Si nos expresásemos abiertamente siempre...No sirve el querer a toda costa, hay que aprender a hacer feliz. Por eso me han venido estas palabras en tiempo de arenas movedizas:
    "Él sentía terror cuando estaba a mi lado, yo le daba miedo, y seguramente también me compadecía a su manera, pero su compasión no era bastante, o su miedo era excesivo, o yo no supe comprender la proporción exacta entre ambas sensaciones, o a lo mejor ni siquiera él sabía lo que pasaba, qué sé yo, quizás simplemente yo no le servía, no era lo bastante lista, o lo bastante guapa o lo bastante útil para él, no lo sé, y no es que fuera ninguna maravilla,
 pero yo le quería de todas formas".- Se como llegaste… lo que no me acuerdo es
si te fuiste…

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