Tú no tienes.

Tú no tienes que criar a ningún ser adulto.

No tienes que "enseñarle" a comportarse.

No tienes que repetirle las cosas cien veces.

No tienes que aguantar su inmadurez.

Tú no tienes que rehabilitar a nadie.

Ni rescatar a nadie.

Ni curar a nadie.

Ni cambiar a nadie.

Tú no tienes que comprenderlo todo.

Ni compadecer.

Ni responsabilizarte de los errores ajenos.

Ni cargar sobre tus hombros con las penas del otro.

Tú no tienes que estar usando tu tiempo en educar a los demás.

Porque tu tiempo es tuyo y es el único que tienes.

Y bastante te ha costado llegar hasta aquí.

Tú te ha esforzado por ser mejor.

Por no llenar de mierda a nadie con tus cosas.

Tú te has informado y has leído y has reflexionado tus temas personales.

Tú te has trabajado.

Para que venga cualquiera en modo crudo o a medio cocer a hacerte perder la vida.

Pues mira, va a ser que ya no.

Porque la compañía es ante todo un compromiso.

Uno que tiene que ver con crecer de manera conjunta.

Con proporcionar la libertad, el espacio y el afecto necesarios para que el otro sea la persona que es.

Con no invadir la existencia ajena para que el otro se ocupe de ti.

Y cuidar en ningún caso significa salvar.

Cuidar significa cuidarse mutuamente, pero también cuidarse a uno mismo.

Conservar aquello que te es propio y que no pertenece ni incumbe a nadie más.

No entregar aquello que ni siquiera tienes a cambio de migajas.

Tú no tienes que soportar todo el peso del otro.

Porque esta es tu única vez aquí.

Y esta tiene que ser mucho más alegre, hermosa, vibrante y sorprendida.

Que toda esta poca cosa.

Que te dan.

Roy Galán

Comentarios